El abeto siberiano es un árbol de crecimiento lento que puede alcanzar los 50 metros de altura y tiene forma piramidal. Sus ramas horizontales comienzan a nivel del suelo y se elevan en una corona cónica. De hoja perenne se compone de pequeñas agujas planas y suaves que forman cepillos a lo largo de las ramas. El abeto siberiano crece naturalmente en las regiones montañosas del norte de Rusia. Desde su introducción en Europa, principalmente en Finlandia, prefiere una altitud que oscila entre 1.900 y 2.400 metros.
Es extremadamente robusto y puede soportar temperaturas de hasta -50ºC. Las ramas exuberantes son cosechadas y destiladas desde finales del invierno hasta agosto, cuando contienen la mayor concentración de aceite esencial, que tiene fragancia leñosa y silvestre.
Propiedades: El aceite esencial de abeto siberiano es rico y balsámico de refrescante aroma. Es analgésico, antiséptico, desodorante y expectorante. Útil mediante inhalación para la ansiedad y el estrés. Ideal para dificultades respiratorias.
Tiene un efecto beneficioso sobre las condiciones del pecho, obstrucción y congestión de los bronquios.
Su efecto de calentamiento es muy beneficioso en masajes para aliviar dolores musculares y dolores debido a condiciones reumáticas o artríticas.
Antiinflamatorio y antioxidante, se recomienda para piel seca, madura, psoriasis y eczema.
En consonancia con: Albahaca, cajeput, madera de cedro e incienso.
Uso externo. Diluir en aceite vegetal ó crema/loción base.
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